¿Qué es un ataque de suplantación de identidad?

Ilustración de un ataque de suplantación de identidad, que muestra a una figura enmascarada con una sudadera oscura con capucha que pone una mano en el hombro de un hombre preocupado que sostiene un smartphone. A su alrededor aparecen iconos como triángulos de advertencia, candados, un escudo con una marca de verificación y un ordenador portátil que muestra una tarjeta de contacto, todo ello en un diseño plano con tonos azules, naranjas y beige.
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Los ataques de suplantación de identidad se han convertido en una de las principales preocupaciones en materia de ciberseguridad, ya que atacan a personas y organizaciones imitando identidades de confianza. A diferencia de los hackeos técnicos que aprovechan fallos de software, estos ataques manipulan el comportamiento humano y la confianza para lograr objetivos maliciosos. Reconocer cómo funcionan, sus consecuencias y cómo mitigarlos es crucial para quienes gestionan entornos digitales.



Un ataque de suplantación de identidad implica que un ciberdelincuente se haga pasar por una figura o entidad creíble para engañar a alguien para que realice acciones que beneficien al atacante. Esto podría significar hacerse pasar por un ejecutivo de una empresa, un socio comercial, un representante bancario o un proveedor de servicios conocido. Estas manipulaciones tienen como objetivo extraer información sensible, obtener acceso a sistemas seguros o provocar transacciones financieras fraudulentas. En esencia, los ataques de suplantación de identidad son tácticas de ingeniería social que explotan las tendencias humanas más que los defectos técnicos.


El proceso detrás de un ataque de suplantación de identidad es metódico y premeditado. Comienza con una cuidadosa investigación, durante la cual los atacantes recopilan información sobre sus objetivos de fuentes públicas como redes sociales, sitios web de empresas y directorios en línea. Esta información ayuda a crear un personaje creíble.

Una vez recopilados suficientes datos, el atacante elabora su suplantación. Pueden diseñar correos electrónicos convincentes, clonar perfiles sociales o crear sitios web muy parecidos a los legítimos. A menudo, registran dominios con sutiles errores ortográficos o variaciones para que parezcan auténticos.

A continuación viene el compromiso. El atacante se hace pasar por una fuente de confianza, a menudo enmarcando el mensaje como urgente para crear presión. Estos mensajes pueden solicitar pagos, credenciales o la apertura de un archivo adjunto o enlace sospechoso.

Si tiene éxito, la víctima es engañada para que realice la acción deseada, como transferir dinero o revelar información confidencial. El atacante puede entonces utilizar estos datos para obtener beneficios económicos, realizar nuevos ataques o revenderlos en la web oscura.


Las implicaciones de un ataque de suplantación de identidad con éxito van mucho más allá de los daños financieros. Mientras que las empresas pueden sufrir transacciones no autorizadas y costes de recuperación, los particulares podrían ver sus cuentas bancarias comprometidas o sus identidades personales usurpadas.

Más allá de las consecuencias monetarias, el daño a la reputación puede ser importante. Una empresa atrapada en una estafa de suplantación de identidad puede perder la confianza de sus clientes y enfrentarse al escrutinio público. La filtración de datos sensibles también puede acarrear problemas legales y sanciones reglamentarias. Además, no hay que subestimar el coste emocional para las víctimas, que va desde la ansiedad hasta la ruptura de las relaciones profesionales.


Los esquemas de suplantación de identidad adoptan muchas formas, cada una adaptada para explotar la confianza y el comportamiento humano de diferentes maneras. Los tipos más frecuentes son:

  • Suplantación de identidad por correo electrónico
    Los atacantes imitan a contactos o marcas de confianza utilizando direcciones parecidas y un lenguaje convincente. Estos correos suelen incluir solicitudes urgentes de credenciales, facturas o acceso a archivos.
  • Suplantación de Ejecutivos (Fraude al CEO)
    Los ciberdelincuentes se hacen pasar por ejecutivos de alto nivel -como un consejero delegado o un director financiero- para presionar a los empleados para que transfieran fondos o revelen datos confidenciales.
  • La caza de ballenas
    Una variante muy selectiva del spear-phishing, el whaling se centra en los altos ejecutivos o en los responsables clave de la toma de decisiones. Estos ataques suelen ser personalizados y muy convincentes, con el objetivo de lograr el máximo impacto.
  • Ataques a dominios primos
    Los dominios falsos que se parecen mucho a los reales (por ejemplo, intercambiando letras o utilizando dominios de nivel superior diferentes) se utilizan para engañar a los destinatarios y hacer que confíen en mensajes engañosos.
  • Suplantación de sobres
    Este método altera los metadatos del correo electrónico para que parezca que procede de un remitente legítimo, eludiendo los filtros de seguridad básicos.
  • Adquisición de cuentas (ATO)
    Una vez que los atacantes obtienen acceso a la cuenta de un usuario real, la utilizan para enviar comunicaciones maliciosas que parecen totalmente auténticas.
  • Smishing y Vishing
    Estos ataques basados en móviles utilizan mensajes de texto o llamadas de voz para hacerse pasar por bancos, proveedores de servicios o funcionarios en un intento de extraer datos confidenciales.
  • Ataques Man-in-the-Middle (MITM)
    En estos sofisticados esquemas, el atacante intercepta y altera en secreto las comunicaciones entre dos partes, capturando datos sensibles en tiempo real.
  • Suplantación de marca
    Los estafadores reproducen la marca de una empresa legítima en correos electrónicos, sitios web o plataformas de redes sociales para engañar a los usuarios y recopilar credenciales o información de pago.

Detectar estas estafas exige ojo avizor y pensamiento crítico. Empiece por examinar las direcciones de correo electrónico y los nombres de dominio. Incluso las variaciones más pequeñas deberían despertar sospechas. En el caso de los enlaces web, asegúrese de que la dirección empieza por "https://" y compruebe si aparece el símbolo del candado.

Desconfíe de solicitudes inesperadas o urgentes, especialmente de personas de alto rango. Estas tácticas están diseñadas para anular sus procesos de verificación habituales. Antes de actuar, compruébalo siempre a través de canales de comunicación alternativos.

Los indicios técnicos también pueden ayudar. Las organizaciones reputadas aplican métodos de autenticación del correo electrónico como SPF, DKIM y DMARC. Su ausencia puede ser una señal de alarma. Del mismo modo, las incoherencias en el estilo de redacción, la gramática o el tono deberían plantear dudas.

En última instancia, si un mensaje le parece inesperado o le exige datos confidenciales o una acción financiera, dé un paso atrás. Consulta a equipos internos o contactos verificados para confirmar la legitimidad.


La prevención de los ataques de suplantación de identidad requiere algo más que cortafuegos y filtros. La concienciación humana es la primera línea de defensa. Los programas regulares de formación pueden capacitar a los empleados para reconocer mensajes sospechosos, cuestionar demandas urgentes y seguir procedimientos seguros.

La autenticación sólida del correo electrónico es otra necesidad. SPF, DKIM y DMARC ayudan a los servidores de correo electrónico a identificar remitentes auténticos y rechazar falsificaciones. Juntas, estas herramientas reducen drásticamente el riesgo de suplantación de identidad.

Las plataformas de seguridad avanzadas pueden ofrecer protección adicional. Estas soluciones utilizan el aprendizaje automático y la inteligencia en tiempo real para detectar actividades sospechosas. Algunas pueden incluso detectar intentos de suplantación de identidad matizados mediante sistemas de detección basados en IA.

Supervisar dominios similares al suyo también puede ayudar a identificar amenazas emergentes. Registrar errores ortográficos evidentes y variaciones del dominio de su empresa evita que los atacantes puedan aprovecharse de ellos.

Para las acciones de alto riesgo, como las transacciones financieras, plantéese implantar procesos de doble control. Esto garantiza que ninguna persona pueda autorizar transferencias u operaciones sensibles sin un segundo verificador.

Por último, fomente la notificación rápida de actividades sospechosas. La detección temprana puede detener un ataque en seco, mientras que la inteligencia compartida ayuda a reforzar las defensas en toda la organización.


Los ataques de suplantación de identidad se basan en la confianza y se dirigen más a las personas que a los sistemas. Estas estafas son sofisticadas, evolucionan y a menudo son difíciles de detectar. Pero con la combinación adecuada de educación, autenticación, supervisión y protocolos de respuesta, las organizaciones pueden reducir drásticamente su vulnerabilidad.

Y a medida que las tácticas de suplantación de identidad se automatizan, la defensa contra ellas incluye distinguir entre usuarios legítimos y bots. Nuestro equipo de captcha.eu ofrece soluciones CAPTCHA conformes con GDPR que protegen sus activos digitales garantizando que el acceso solo se concede a usuarios humanos reales, protegiendo su sitio web de la suplantación de identidad, los bots y las amenazas automatizadas por igual.


¿Qué es un ataque de suplantación de identidad en ciberseguridad?

Un ataque de suplantación de identidad es una táctica de ingeniería social en la que un ciberdelincuente se hace pasar por una persona u organización de confianza -como un director general, un banco o un proveedor- para engañar a las víctimas y conseguir que revelen datos confidenciales, transfieran dinero o concedan acceso a los sistemas.

¿Cómo suplantan los atacantes la identidad de otros?

Los atacantes recopilan información pública para crear identidades o dominios falsos convincentes. Utilizan la suplantación del correo electrónico, perfiles sociales falsos o llamadas telefónicas para hacerse pasar por figuras de autoridad, haciendo que sus peticiones parezcan legítimas y urgentes.

¿Cuál es la diferencia entre spoofing y suplantación de identidad?

La suplantación de identidad se refiere a la falsificación técnica de información como encabezados de correo electrónico o direcciones IP. La suplantación, por su parte, se centra en imitar la identidad, el tono y el comportamiento de una entidad de confianza para engañar al objetivo, a menudo utilizando la suplantación como método de ejecución.

¿Cómo puedo proteger a mi organización de los ataques de suplantación de identidad?

Implemente protocolos de autenticación del correo electrónico (SPF, DKIM, DMARC), imparta formación periódica sobre seguridad, utilice procesos de doble aprobación para las transacciones financieras, controle las variaciones de dominio e implante herramientas avanzadas de seguridad del correo electrónico con detección de amenazas basada en IA.

¿Puede CAPTCHA ayudar a prevenir los ataques de suplantación de identidad?

Sí. Aunque CAPTCHA no detiene la suplantación de identidad directamente, impide que los robots automatizados lancen campañas de phishing basadas en la suplantación de identidad a gran escala. En captcha.eu, nuestras soluciones CAPTCHA compatibles con GDPR ayudan a bloquear los registros falsos, el relleno de credenciales y los intentos de ingeniería social basados en bots.

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